Sobre o blog:

“A humanização do nascimento não representa um retorno romântico ao passado, nem uma desvalorização da tecnologia. Em vez disso, oferece uma via ecológica e sustentável para o futuro” Ricardo H. Jones

terça-feira, 3 de fevereiro de 2009

LA ATENCIÓN AL PARTO CREA ADICCIÓN

La atención al parto para mí va más allá de ser una opción profesional o laboral por varias razones:
La mujer tiene libertad de elección y opta: nos elige, confía, sintoniza, comparte.
Estos sentimientos son básicos para tomar su decisión. Si el acercamiento no se produce: no acepta, renuncia. Yo tengo
libertad de elección y opto por aceptar la asistencia: confío, sintonizo, comparto.
De lo contrario, no acepto el compromiso, renuncio. Hacemos un trato entre iguales, sin jerarquías.
«Actualmente el nacimiento es anulado como experiencia personal activa, y la mujer pasa de persona
activa a paciente pasiva, de sujeto que siente a objeto anestésico (...) Si uno no siente que el niño siente, puede
concluir que es una ilusión sentir que sí lo hace. Si uno siente que percibe los sentimientos del bebé concluirá
que aquéllos que no los perciben sufren de una pérdida de sensibilidad (R. Laing)»
Pactamos compartir la responsabilidad.
La mujer opta conscientemente, deliberadamente, tras buscar información, por un parto normal,
natural, en un entorno familiar, con la compañía deseada. De la misma manera opta por confiar, sintonizar,
permitir a su cuerpo desarrollar esta envidiable función que es dar la vida.
Pide a su cuerpo y a su hijo/a que le permitan vivir y sentir plenamente cómo surge la vida de sus entrañas.
Sin paliativos, sin anestesias, sin sucedáneos. Sabe que pueden surgir dificultades y necesitar la asistencia del
equipo médico de un hospital. Sabe que puede surgir la necesidad de una anestesia epidural, de oxitócicos, de una
cesárea... pero quiere darse la oportunidad de parir contando con su cuerpo y con el de su criatura.
Confía en la esencia de la vida que nos anima y en la posibilidad de recurrir a la ayuda médica.
Cree que el mismo instinto que genera y cuida la vida que permitió la concepción
y la génesis de un nuevo ser le permitirá dar a luz. Siente que al igual que la respiración, la digestión y la temperatura
se autorregulan, también lo harán el parto y el nacimiento. Sabe que esta confianza innata que tiene en ella la tiene
también en su criatura, generando confianza, autoestima y seguridad.
Evitando dependencias y debilidades. Desea para ella el respeto que desea para su hijo/a, y viceversa, desea para su hijo/
a el mismo respeto que desea para ella.
Sabe que la anestesia dificulta su colaboración en el parto, y no quiere
aumentar la posibilidad de que su hijo/a deba ser extraído/a con instrumentos: fórceps o ventosa. Vive pidiendo y
ofreciendo respeto y consideración. Y nos contagia. Acepta la oportunidad que le da tener el germen de la vida en su vientre
para ahondar en los sentimientos de amor a la humanidad que trascienden su propio/ a hijo/a. Y nos contagia.
Profundiza los deseos de paz, de respeto, de justicia y de solidaridad entre los hombres y de armonía con el universo. Y nos contagia.
Despierta y acrecienta el amor y el dolor, difíciles de separar cuanto más grande es el corazón.
«Un nuevo tipo de prisión para las mujeres: la prisión de la no conciencia, de las sensaciones
amortiguadas, de la amnesia, de la pasividad total que puede hacernos perder contacto no
sólo con las sensaciones dolorosas, sino con nosotras mismas (A. Rich)»
En torno al parto y al nacimiento aflora lo mejor de cada persona. Si esta circunstancia estuviera presente sería
más difícil declarar guerras y repartir malos tratos.

Montserrat Catalán. Casa de Naixements MIGJORN. Barcelona


Estou viciada....

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